“de que hablamos cuando hablamos del bicentenario, ¿que estamos celebrando?: reflexionando sobre la identidad nacional”, pregunta que al conversar con amigos, invita a apasionados debates.
El conflicto que implica la no respuesta inmediata, clara y concisa sobre “quienes somos”, tiene carácter de absurda naturalidad en nuestro cotidiano inconsciente nacional. Somos sujetos de una realidad que devino de hitos históricos que de alguna manera podemos recordar. El problema (no es novedad) es a través de quien/es conocimos el recorrido. Esta tan lejano y fragmentado hoy por hoy el emisor, los hechos "concretos" son como símbolos capturados de un universo lejano, y viajan atravesando tan diversos canales que tienen en su poder; la trasmisión. El proceso es contaminado, y aquellos datos que podrían constituir algunas respuestas, convergen en nuestro mapa mental, se entremezclan con el universo conocido, la cultura (impuesta, apropiada, adquirida, heredada -Batalla-) que acompaña al sujeto desde el útero y desde sus ancestros. Ahi donde todo se mezcla, ese laberinto inconsciente , donde según Jung los arquetipos habitan y nos permiten reconocernos, y reconstruirnos, mas allá de la herencia familiar cercana. Ahí donde el colectivo se significa, se identifica y resuelve un poco, porque no, angustias que producen algunas de esas respuestas inconclusas.
La Metáfora del dramaturgo
Monti crea un espacio y lo habita con personajes que representan un compendio de significantes que dialogan estéticamente con su forma y contenido. Toma un hecho concreto en la historia argentina a pocos años de la revolución de mayo, el empréstito contraído por Rivadavia y la Baring Brothers de Inglaterra Los fondos del empréstito debían ser utilizados para la construcción del puerto de Buenos Aires, el establecimiento de pueblos en la nueva frontera, y la fundación de tres ciudades sobre la costa entre Buenos Aires y el pueblo de Patagones. Además debía dotarse de agua corriente a la ciudad de Buenos Aires. El 1 de julio de 1824 se contrató con la Banca Baring el empréstito por 1.000.000 de libras esterlinas. El 15% de diferencia de colocación representó 150 000 libras, de ellas el consorcio en su conjunto se llevó 120 000 libras en carácter de comisión, y los 30.000 restantes fueron para Baring. Llegaron a la argentina unas 570.000 libras. Se puso por garantía las tierras fiscales. Se termino de pagar 80 años mas terde 5 veces mas su valor. En cuanto el préstamo llegó, la Legislatura cambió de idea: el dinero no era necesario. De modo que fue entregado al Banco de Descuento para que lo entregara como créditos a sus clientes, a intereses mucho más bajos que los que pagaba la provincia por ese dinero.
El empréstito argentino de 1824 no fue el único de su tipo en Latinoamérica: ya en 1822 Colombia había negociado un crédito por valor de 2 millones de libras esterlinas, lo mismo había hecho ese año Chile con un crédito por 200.000 libras. El reino de Poyais (actual Nicaragua) hizo lo propio por 200.000 libras, y Perú colocó un empréstito por 1.200.000 libras. México también tomó un crédito de este tipo en 1824, y Colombia obtuvo su segundo crédito. Entre 1822 y 1826 las colonias españolas se endeudaron con Londres por la suma de 20.978.000 libras, habiendo Inglaterra desembolsado una suma real de sólo 7.000.000 de libras.
Dice Colombres en su articulo “América Latina en el bicentenario de su independencia: hacia una civilización nueva“: “En este año en que celebramos el Bicentenario de nuestras aún frágiles independencias, viene al caso recordar, para entender mejor los infortunios del reconocimiento de la diversidad en América, se debe recordar que la negación de Europa realizada por la clase criolla blanca dominante y los mestizos asimilados a ella no fue nunca la negación de la europeidad, y hasta el día de hoy nuestros artistas, intelectuales y academias temen romper con la plena pertenencia a la civilización occidental, prefiriendo ser su furgón de cola antes que alzarse como una civilización nueva. Se quiere, sí, ser americano, pero sin dejar esa atalaya, como si fuera la única racionalidad posible. (…) El criollo sabe que no es europeo pero quiere serlo, pues siente a dicha identidad como la única imagen aceptable de civilización. Además, aceptando un antiguo mandato, se propone como tarea redentora civilizar al indio y el negro, integrarlo a ese carromato desvencijado que hoy rueda hacia el abismo. (...) Los afro-americanos, al igual que los indígenas, ni siquiera se plantean definirse o no como occidentales. Si la conciencia blanca, así como la de los mestizos que optaron por ella, pensaran lo propio como un verdadera civilización, tendrían algo más auténtico e integrador en qué apoyarse, y podrían identificarse mejor con sus pueblos y las formas que éstos tienen de construir la realidad y contar la historia.”
Esboza el enfoque, base del trabajo de Teatro Abierto “La historia de Argentina es la lucha por adquirir la conciencia de una identidad nacional que no pudo manifestarse por razones múltiples. Si recordamos primero la historia de la colonización y luego las luchas por la independencia, a partir de entonces, Argentina no fue más que un campo de golpes militares, insurrecciones, dictaduras e imperialismos. El hecho, además, de la fuerte inmigración que históricamente ha tenido el país, la polarización de Buenos Aires vs. provincias, y otros fenómenos, habrían de condicionar la historia de su teatro como reflejo de esa sociedad”. La celebracion teatral es la herramienta perfecta para cuestionarse, a través del juego, entre las convicciones, las utopías, lo que nos dijeron, y lo que potencialmente es. El humor permite desacralizar las situaciones más comprometidas y temidas, y transformar las heridas de la absurda experiencia humana. “En La Cortina de abalorios, la alienación y la pérdida de libertad se nos ofrece bajo dos puntos de vista, uno histórico y otro por un análisis del imperialismo contemporáneo. En esta obra el horizonte de alienación se amplia puesto que refiere a la esclavitud de todo un pueblo como país que la venía ya sufriendo, pero que el imperialismo la hace más grave. La época, pues, es doble, antigua y actual”.
En lineas generales esta visión alejada del autodeterminismo, es propia de la mirada auto-critica que trabajo en la puesta. La historia nos constituye, y al revisarla activamos la reflexión, transformamos la experiencia en nuestra mejor arma, para combatir la alienación; resultado del vaciamiento simbólico peculiar de cada rasgo identitario, que pueda ser capaz de darnos pertenencia seguridad, valores propios y compartidos; con el espacio, hacia el otro, los otros, y sobre todo : con uno mismo. Hablamos de la configuración de un ser al que debemos activar, en uno mismo, y en otro. Hay un eslabón infinito que nos ha sido arrebatado, y parte de los nuestros han sido cómplices en la partida. Lo residual es parte de lo que somos. La pasión por "ese que se yo" que tiene esta tierra, nos reconcilia y sana un poco ese vacío.
Sobre la Puesta
En paralelo se trabaja con la propuesta de tomar el espacio escénico como “postas” a través de la cual montar la coreografía escénica; utilizando el cuerpo, la voz, los volúmenes y velocidades, como herramientas al servicio de la dramaturgia. Trabajamos la farsa como bastión nos dejamos atravesar por diversas poéticas que elevan la celebración de juego escénico, como: lo grotesco, los pasos de comedia, extrañamiento, lo absurdo, el cliché, la repetición, la exageración, etc.
La construcción de los personajes ha sido investigada a través del juego y puesta a prueba de lo que concebimos estudiando cada personaje y el arquetipo que representa. Sumamos un entrenamiento corporal para ampliar el registro individual , hacia la unificación de un lenguaje corporal lo mas parejo que se logre. El cuerpo presenta a un personaje, que a medida que avanza cuadro a cuadro se explora su desdibuje y entrada a un estado de corto circuito.
Hemos ido volcando el material de investigación en el blog de la obra, donde a modo de archivo asistimos cada vez que el camino nos enreda.
Sobre la estética:
El collage es la estética elegida para trabajar sobre el arquetipo que representa cada personaje, y el espacio “burdel polvoriento” donde simbólicamente nos instala Monti, para revisar ese momento clave en la historia de nuestro país, que simboliza el inicio tangible de nuestras relaciones carnales con las grandes hegemonías.
Se trabaja como base de un espacio negro, intervenido por elementos (detalles) que construyen el símbolo Esos elementos son significantes de su representación y configuran a ese espacio negro: sea el burdel o un personaje.
Con el equipo trabajamos sobre la investigación del arquetipo, a través de la recolección de datos que respondan a la inquietud que ronda sobre ¿Cómo capturar las imágenes icónicas, que por los siglos de los siglos vive en el inconsciente colectivo? ¿Cómo configurarlas y recrearlas bajo el código de la pieza de Monti, en comunión con la visión conceptual de la puesta?
Por tanto trabajamos con lo que denominamos 5 símbolos, como subunidades del total de la pieza. Pensados con la misma lógica.
1) El Símbolo espacio Burdel: como un escenario donde trascurren los juegos de poder y su paso de manos. Escenario donde se exponen los personajes como estrellas de un show, para luego entrar en estos diálogos que denotan la construcción de relaciones mezquinas, de falsa cordialidad. El espacio se construye claramente desde una mirada metateatral, donde el dispositivo se teatral se devela.
Se investiga la fusión entre la puesta televisiva del show y la exposición, con brillo berreta. Se eligen pocos elementos escenográficos sobre un espacio neutro, vestido (puesto, armado, colocado para…) para el espectáculo.
Se investiga el espacio muerto y su transición al espacio vivo, como parte de la Puesta: Vida que empieza a gestarse tras encender una luz, escuchar los primeros acordes musicales, hasta que toma cuerpo la voz humana, se desarrollan los cuadros que componen la obra y termina, cerrando el concepto, agonizando la historia, las voces, los sonidos, las luces… quedando despojado de toda construcción fantástica. Dando paso a los actores a volver a tomar su identidad, dejar su arquetipo construido, saludar, e irse.
2) El Símbolo MAMA: atravesado por el espíritu de soberanía nacional, de la patria; nacida de la pampa extensa y la Francia elegante. Con aires de diva, acento impostado, y naturaleza inevitablemente argentina. Debatida entre su origen y la apariencia. Monti toma a la mujer para representar a la dueña de este cabaret de mala muerte, recalado en la pampa. Una mujer de aparente pasado glorioso, que ya vieja y desdentada se recluyo en la argentina. Amante del poder y la gloria, no obstante se la puede leer emotiva, matizada en deseos; algunos animales, otros voraces, otros humanos… Una heroína que construimos inspirados en las grandes putas, madamas, cortesanas, amantes más importantes de la historia, fusionada con aquellas que lo son aquí en Argentina, durante las últimas décadas.
3) El Símbolo PEZUELA: El terrateniente de la pampa, el patrón. Concebido como el macho del lugar. Develamos en el camino de este personaje ciertas características que se le atribuyen al argentino medio: poseedor del famosos don: de “la viveza criolla”. A su vez se le observa cierta ambición de poseer lo ajeno, con la extraña costumbre de entregarlo todo en su afán sin evaluar demasiado lo que tiene entre sus manos, entendido como mucho más valioso. De pose pesada e imponente, denota una vida acaudalada, aguerrida, valiente y un tanto inocente, en su ambición de quererlo todo.
4) El Símbolo POPHAM: Tomado de la mismísima historia, este personaje existió realmente. Fue un exitoso marinero inglés, quien en vida represento los valores más elevados de la corona. Un Señor Ingles de los pies a la cabeza. Conocedor del mundo, sus mares, sus rutas. Con batallas y guerras ganadas, países colonizados, muertes gloriosas. Si bien hubo alguna época en la que tuvo altercados con su país, fue condecorado hacia el final de sus días, los cuales paso muy a gusto gozando de su altísima reputación y dividendos. Como sucedió con nuestros grandes patriotas… ¿? Nos preguntamos sobre nuestros próceres, los protagonistas de Mayo, los que vinieron después; como transcurrieron, como terminaron… sus ideas, y la visión del mundo que tenían, el precio que pagaron. Aquí nos debatimos entre nuestra visión latinoamericana asediada por la idea de progreso y espíritu iluminado que supimos conseguir a través de personajes como este, desde que alguien “nos descubrió”…
5) El Símbolo MOZO: el pueblo. Nosotros. Todos los que votamos contenidos en este hombrecito que solo tiene un aparte en toda la obra, estando presente siempre físicamente. Dormido literalmete se desplaza. Se lo observa agotado, marionetizado en sus reacciones, que son impulsivas, y responde luego de golpes y gritos. Objeto de los otros tres personajes. Foco de descarga. Monigote de de juego; que solo acciona su rol, limpia, ordena, va y viene a gusto y piaccere. Quien paga con su muerte los delirios del juego de poder al que se someten: Mama, Popham y Pezuela. El Mozo muerte tres veces: lo matan cada uno una vez, con un elemento especial por vez. Pero siempre resucita. Se vuelve a parar y sigue adelante, con su vida, sus responsabilidades. Quién sabe si entre muerte y resurrección va despertando un poco más, atendiendo a lo que sucede a su alrededor, y mas allá…
No hay comentarios:
Publicar un comentario